Meditación
La Meditación es una herramienta universal de auto-conocimiento y desarrollo personal, aportando beneficios invaluables en la vida de quienes la practican. Es un estado de calma, paz y quietud, en el que la mente se encuentra enfocada en un punto determinado.
La meditación puede tener distintos significados de acuerdo al contexto y ha sido practicada desde la antigüedad, enmarcada en numerosas religiones y creencias. Sin embargo, la meditación en sí misma no constituye una religión, sino que se trata de una técnica universal. Cualquier persona, independientemente de su nacionalidad, cultura o sistema de creencias, puede meditar ya que se trata de una forma de entrenamiento de la mente.
Existen infinitos métodos de meditación que se componen de distintas técnicas, pero cada método sirve a modo de vehículo para llegar al mismo puerto: la mente en un estado de quietud, pacífica y enfocada.
Por su propia naturaleza humana, la mente divaga, saltando de pensamiento en pensamiento a gran velocidad. La mente viaja lejos y rápido, se distrae fácilmente, no tiene descanso, le resulta difícil permanecer en un estado de quietud y resulta aún más difícil controlarla. Sin embargo, sólo puede pensar una cosa a la vez. Sucede que el cambio de pensamiento en pensamiento es tan veloz, que pareciera que se enfoca en muchas cosas a la vez. Justamente, esta característica es la que abre la puerta de entrada entrenar a la mente.
La meditación es, de esta forma, un ejercicio en que se aprende a gestionar el caudal de pensamientos, ideas e información que invaden a diario la mente.
Meditación no implica la ausencia absoluta de problemas a confrontar. Sino que, cada vez que emerge un conflicto o problema, la meditación aporta un refugio, un estado de calma, un santuario que reside en el interior de cada persona. Por lo tanto, no puede ser destruido o alterado por las circunstancias externas. Se trata de una forma de ser y una forma de pensar. Siempre está allí y siempre lo ha estado. Es quien uno es.
En suma, la meditación implica alcanzar el momento presente, establecerse en él, es el estado de silencio interior, en el que el espacio entre dos pensamientos se va ampliando progresivamente y nuestra conciencia se expande y se eleva más allá del nivel de la mente, provocando un estado de profunda paz y alegría interior. Al mismo tiempo, es un estado de gran “alerta”, en el que nuestra capacidad para percibir lo que está sucediendo a diferentes niveles, se incrementa exponencialmente.
Terapeutas: Lucila Voloschin