Recorrido:
Resulta difícil encontrar aquellos puntos decisivos que a lo largo de la vida van trazándonos un camino y a través de los cuales vamos construyéndonos y des construyéndonos como seres humanos.
Mirando hacia atrás veo que siempre mi búsqueda estuvo ligada a mi propio cuerpo como instrumento de expresión y sobre todo de autoconocimiento y exploración.
Desde pequeña practicaba danza y casi naturalmente me crucé con el yoga, en aquellos años, todavía bastante desconocido en occidente y, también, por mí.
Mucho tiempo después volví a la práctica de yoga como un modo de reencuentro conmigo misma, de equilibrio y de sanación.
A través de las asanas que el yoga proponía a mi cuerpo, se fueron desplegando aspectos mucho más sutiles y profundos de mí misma, aspectos que sigo intentando observar y conocer. Por todo esto, es que siento que el camino del yoga nos acerca a nuestro Ser más inmaterial, aquella parte de nosotros más sabia y amorosa.
En Atman, me desempeño como instructora de Ashtanga Yoga.